Piensa en esta!
¿Con qué frecuencia nuestros pensamientos se desvían a otros lugares cuando deberíamos concentrarnos en el asunto que nos ocupa? Como estudiantes, ¿estamos escuchando a nuestros profesores? en nuestras familias, ¿nos escuchamos o nos distrae la televisión? En la iglesia, ¿realmente nos estamos conectando con Dios o estamos preocupados por nuestro estado en las redes sociales? Debemos aprender a desconectarnos cada vez más de las distracciones. ¡Nuestro Dios merece nuestra atención al 100% para que podamos tener vida!